Hola a todos!. Hace mil que no muevo esta página y no por que no haya hecho nada durante todo este tiempo.
Hoy les quiero contar que en mi afán de trascender (un esfuerzo frustrado hasta ahora, pero no pierdo las esperanzas) he pasado por cuanta manifestación “artística” puedan imaginar. La escritura, el circo, los títeres, las manualidades, el reciclaje, la ilustración, la pizarra, el gato papa frita, y no he abandonado nada de eso porque realmente es lo que disfruto hacer, aunque todo lo haga de oído, disfruto del hacer y compartir, pequeñas historias inspiradas en cosas triviales de todos los días.
Hete aquí entonces que se fue gestando lo que hoy les quiero presentar. Mis amigos de mi Facebook personal pudieron seguir las crónicas del ASPO o confinamiento obligatorio donde expresé mi sentir sobre lo que iba pasando en la pandemia que aún continúa. Pero yo misma fui poniendo pausa, porque ese relato me llevaba a veces a desnudarme en forma escandalosa, y otras veces me presionaba a tener algo que contar cuando los días pasaban sin grandes novedades. Si bien esas expresiones pueden y seguirán sucediendo en forma esporádica, ya no las considero necesarias (hasta que llegue el rebrote) así que doy una vuelta de página para encarar un nuevo proyecto.
Aquí va.
Hace unos meses comenzó a germinar la semilla a raíz de un regalo que alguien muy querido me hizo. La semilla siempre estuvo, pero él vino con su agua y la hizo crecer. Y nació una planta llamada Carlota la Ideota que trae de la mano a unos amigos. Se trata de una tira gráfica.
Carlota la Ideota no es una historia sino cosas sueltas de la vida misma. Carlota es una niña payaso. Aunque no actúa como payaso haciéndose la graciosa. Es absolutamente ingenua en su forma de ser. Es creativa y sobre todo muy pensante aunque no tan inteligente. Se le ocurren ideotas muy a menudo. Carlota tiene a su socia y compañera. Su mascota, su hija adoptiva, su creación que es Plastilina. Y Plastilina es versátil, dado su material gomoso, también es una chiquilla inocente, aunque podría ser chiquillo. Plastilina no tiene género ni tampoco forma, por eso la podemos ver de distinta manera cada vez. Ella tiene un particular interés por conocer su identidad, su verdadero origen, lo que hace de su interacción con Carlota un verdadero viaje filosófico. Y es tan adorable que toma vuelo propio hasta adueñarse de la atención de toda la tira.
Y por último, por ahora, el personaje secundario llamado El Sr. Protestante, que nada tiene que ver con un credo religioso. Este es un señor malhumorado que como su nombre lo indica, protesta por todo. Es el lado oscuro de la tira, pero a su vez viene a traer luz ya que sirve como válvula de escape a quien lo quiera utilizar. Por ejemplo, usted tuvo un mal día y se atascó con el tráfico, le escribe al Sr. Protestante y él se descarga por usted. Con una maldición alcanza. Es un verdadero agente de catarsis en servicio a la comunidad.
Bueno, sin nada más que decir me despido hasta nuevo aviso. Si no aparezco seguido por estos lares pueden seguirme en las redes sociales como quien suscribe, Carlota La Ideota.