martes, 30 de enero de 2018

De como el final se transforma en un nuevo comienzo

La cápsula atravesó a máxima velocidad la capa de la atmósfera generando un calor a penas soportable, todos pudieron encontrar un hueco dentro de ella a pesar de ser estrecha y tocaron tierra, o mejor dicho agua encerrados y apretados como sardinas en una lata. Era de noche y no se veía nada pero poco antes del amanecer dejaron de sentir que flotaban. Aguardaron unos instantes hasta percibir que el cielo comenzaba a aclarar y decidieron salir a descubrir donde se hallaban.
Era una extensa playa de arenas blancas pero gruesas. Sólo se escuchaba el sonido de las olas y de las aves y al explorar la zona solo un poco, se dieron cuenta que se trataba de una tierra virgen, inhabitada.
Contentos y entusiasmados de haber salido con vida de la fallida expedición espacial, no se dieron cuenta de que contaban con pocos recursos para subsistir, sin embargo no tardaron en comenzar a sentir urgencias y necesidades físicas que atender.
Para organizarse mejor, dividieron nuevamente las tareas entre quienes se harían cargo de los alimentos, quienes de mantener la vivienda en condiciones, quienes del fuego sagrado del cual esta vez eran responsables de que no se extinguiera.
Las cosas marchaban de manera normal y apacible hasta que surgieron los primeros conflictos.
El primer contratiempo fue la aparición de un animal salvaje de tamaño considerable que hurgaba entre los desechos y quienes notaron su presencia lo tomaron como una amenaza, al punto que todos en la aldea le cobraron temor sin saber en realidad si alguien lo había visto o se trataba de una leyenda.
También surgió el conflicto acerca de si debían tratar a los niños como animales o a los animales como niños. A raíz de esto se generaron tensiones y malestares entre partidarios de una u otra posición, neutrales y ns/nc.
Hubo lugar también para los temas del corazón. Amores, desamores, romances clandestinos, consumaciones y demás ritos de apareamiento. Decoraron sus cuerpos con pinturas de colores. Las mujeres se reunían para compartir sus ejercicios, sapiencias y artilugios y artefactos amatorios, mientras que los hombres, la mayoría sin enterarse de estos entretelones se batían a duelo en eufóricos encuentros de un extraño juego improvisado en una mesa con unas varas, muñequitos y bolillas.
Y por fin llegó la noche y se organizó un gran festín para celebrar que estaban todos juntos  sanos y salvos y al ponerse oscuro bajo las estrellas asaron carne en el fuego interminable y danzaron sus exóticos ritmos bajo una lluvia de luciérnagas de colores… tarde a la madrugada el humo del fuego se tornó dulce y una risotada resonó en silencio mientras muchos ya dormían.
A la mañana siguiente los cuerpos yacían aquí y allá, unos contra otros en un tendal interminable de gente que de a poco y de uno en uno, recuperaban la conciencia para retomar la labor.
Algunos debieron abandonar el asentamiento antes de lo previsto y emigrar hacia continentes lejanos. Otros en cambio, recibieron con muchísima alegría a los pequeños visitantes de ultramar que venían a compartir los últimos encuentros.
La isla desierta con el tiempo se convirtió en un paraje digno de ser vivido, lleno de alegría y prosperidad.
Llegando los últimos días del mes más caluroso del verano los habitantes se reunieron en asamblea rodeando una larga mesa llena de manjares exóticos. Sabían que se acercaba el fin de una era pero que la experiencia los había cambiado por dentro y por fuera. Sus pieles curtidas por el sol. Sus vientres prominentes producto de la abundancia de alimento y bebida…

Se hizo de noche, salió la luna llena, y habiendo empacado sus pertenencias alzaron sus copas, y sin dejar de mirarse a los ojos se prometieron que ese fin era sólo la antesala de un nuevo principio. Algo nuevo estaba por comenzar.

jueves, 11 de enero de 2018

De cómo los pioneros fueron conquistados por el espacio

La nave comandada por el capitán Fried7z viró repentinamente su rumbo cuando sonó la alarma de seguridad. Una fuga de presión producida en el ala trasera izquierda de la nave hizo que los motores perdieran su potencia justo al atravesar el cinturón de asteroides del planeta Co-HOU2.

Los tripulantes de la nave AMDbeta eran en realidad los sobrevivientes de la primera fundación de la aldea, que había sido arrasada por una legión de pigmeos caníbales que arrasaron con la comida y el agua, dejando devastado el asentamiento al grito de Mamááá! Mamááá!! Mamááá!!!

Los sobrevivientes a la invasión lograron construir con las pocas herramientas y materiales retorcidos que quedaron en las ruinas una nave espacial interestelar con la cual abandonar la región y escapar hacia una galaxia lejana en busca de un nuevo lugar donde establecerse en forma pacífica y comenzar su historia nuevamente.

Pero volviendo al asunto de la nave, ésta sufrió una avería mientras atravesaba un cinturón de asteroides, justo cuando un meteorito impactó contra una de las ventanas haciendo estallar el vidrio de modo que la tripulación debió tomar medidas urgentes para salvaguardar su integridad ya que la fuga de presión implicaba que el aire respirable se acabaría en un lapso breve de tiempo.

El capitán Fried7z rápidamente cambió el destino de la travesía y se dirigió hacia la galaxia elíptica Wander donde se podía encontrar un pequeño planeta desolado que hacia las veces de depósito de chatarra, para conseguir el repuesto con que reparar la rotura de la nave. La pieza faltante era un círculo de hierro hundido en el medio, muy parecido a los antiguos discos de arado usados en abandonado planeta, y que serviría, además de para tapar el hueco de la fuga, para otros menesteres mucho más interesantes.

Mientras viajaban de un punto a otro, sucedieron varios hechos imprevistos que demoraron proseguir el viaje. En el pequeño planeta perdido subieron de incógnito y en medio de la noche -detalle intrascendente ya que en el espacio es siempre de noche- un par de alienígenas antropomorfos, acompañados de dos seres cuadrúpedos de textura más bien capilar. Estos seres extraterrestres acostumbraban encerrarse en una pequeña recámara de la nave durante cortos períodos de tiempo pero con una periodicidad que llamaba la atención.

Además de esto, sucedieron varios imprevistos durante la travesía. El subcomandante F3rne7 perdió un dedo de su pie, mientras que la oficial L0r3 se intoxicó al ingerir por error una muestra de materia verde alienígena, por lo que casi pierde la vida y se la vio deambulando por los corredores con sus facciones desfiguradas.

La nave comenzó de golpe a encontrarse supepoblada, entre tripulantes, familias, hijos, amigos de los grandes y los chicos, alienígenas y seres de especie inclasificable.

La estructura de la unidad interestelar comenzó a sentir un sobrepeso que la hacía perder altura aún cuando la gravedad del área era prácticamente inexistente.

Y así fue como se vieron obligados a tomar medidas de emergencia pues entre la despresurización y el sobrepeso una tragedia se podía avecinar.

Mientras la escribiente de la expedición registraba todos estos hechos en su bitácora de viaje, todos al unísono inflaron sus dispositivos de flotación y se acostaron sobre ellos a esperar que se juegue la carta que les deparara el destino.

De repente un zumbido aterrador hizo que todo recinto de la nave se iluminara en un rojo intenso, a la vez que se producía una aceleración máxima a causa de la succión de un enorme agujero negro, y girando en espiral, como si cayera por un desagüe, la nave fue absorbida por el agujero de gusano desapareciendo de la dimensión conocida.

Continuará...

jueves, 4 de enero de 2018

De cómo los pioneros llegaron a estas tierras

En una tarde de calor infernal llegaron los 4 adelantados comandados por Diego de Mendoza para plantar su bandera y declarar la primera fundación del asentamiento precario, munidos de unas escasas provisiones para subsistir al menos los primeros días.
Se encendió el fuego sagrado que permanecería encendido como muestra de que el corazón del hogar late.
Como la temperatura estival apretaba fuerte sus dientes sobre los hombros de los conquistadores, lo primero que hicieron fueron ir en busca de agua. A poca distancia encontraron un espejo cristalino de aguas potables con lo cual se sintieron bendecidos y agradecidos al ser supremo.
Pero más tarde necesitaron recuperar sus fuerzas con alimento así que debieron procurarse el sustento. Afortunadamente la fauna era abundante y devoraron con ganas la carne sus presas hasta lograr la extrema saciedad.
Así estuvieron satisfechos por unos cuantos días, el fuego ardía, la carne sobre las brasas emanaba su tentador aroma, no se podía pedir mucho más así que cuando estuvieron seguros de que el ambiente era perfectamente propicio para la subsistencia, avisaron a la madre patria que podían recibir a los primeros colonos.
Y en breve tiempo comenzaron a llegar las familias, con su equipaje, sus provisiones para instalarse en el nuevo hogar.
Llegaron hombres fuertes dispuestos a trabajar. Mujeres con sus niños. Trajeron también sus animales y comenzaron una historia nueva donde la vida era un libro en blanco con todo por escribir.
La convivencia con los nativos fue pacífica. Compartieron algunos bienes e intercambiaron costumbres. El jefe nativo balbuceaba en su dialecto el nombre “cojuasin”… “cojuasin”, al mismo tiempo que hacía un gesto con sus manos, chocando sus indices en paralelo, que el adelantado comandante adoptó, para bautizar el asentamiento; transformando el vocablo, por diferencias fonéticas en “Cohousing” que significa algo así como: juntos bajo un mismo techo para probar si nos llevamos bien.
Con el correr de los días el poblado se puso numeroso con lo cual fue necesario legislar en los asuntos de convivencia, separar territorio, dividir propiedad privada, educar a los niños, establecer una economía común.
La vida transcurría en armonía, las tareas eran repartidas con equidad, con roles bien definidos. Quien se ocuparía de la caza, de las provisiones, de la cocina, de la del agua, de los espacios verdes, de llevar las cuentas con transparencia. Todo sucedía en paz y armonía aunque no faltó como en toda sociedad que se precie, motivos de riñas, sobre todo entre los hombres, que se batían a duelo con armas nobles, la mayoría infladas con aire a alta presión, hubo heridos en estos combates, por lo que se dieron cuenta de que se necesitaba con urgencia importar un médico curandero que no demoraría en arribar. También se dieron duelos más intelectuales cuyas armas eran espadas y bastos y el premio a la victoria eran copas y oros.
Por supuesto que pronto surgieron las necesidades espirituales en el grupo y a falta de un sacerdote cristiano, surgió de entre los pobladores y producto de la mezcla cultural del colono y el nativo, una bruja sacerdotiza quien consultaba sus oráculos a quien lo solicitara en busca de respuestas por un destino incierto o un porvenir auspicioso.
Tampoco tardaron en llegar las fiestas bacanales que reunieron al pueblo en torno al fuego sagrado en un gran banquete, regado de los más exquisitos elixires, todos ellos etílicos. Y de esa celebración surgieron los exóticos bailes y cantares que más tarde se convertirían no solo en los himnos del lugar sino en los ritos más tradicionales. Fiestas de guardar.

Continuará.

Carlota, Plastilina y otras cosas más

  Hola a todos!. Hace mil que no muevo esta página y no por que no haya hecho nada durante todo este tiempo. Hoy les quiero contar que en mi...