Los tripulantes de la nave AMDbeta eran en realidad los sobrevivientes de la primera fundación de la aldea, que había sido arrasada por una legión de pigmeos caníbales que arrasaron con la comida y el agua, dejando devastado el asentamiento al grito de Mamááá! Mamááá!! Mamááá!!!
Los sobrevivientes a la invasión lograron construir con las pocas herramientas y materiales retorcidos que quedaron en las ruinas una nave espacial interestelar con la cual abandonar la región y escapar hacia una galaxia lejana en busca de un nuevo lugar donde establecerse en forma pacífica y comenzar su historia nuevamente.
Pero volviendo al asunto de la nave, ésta sufrió una avería mientras atravesaba un cinturón de asteroides, justo cuando un meteorito impactó contra una de las ventanas haciendo estallar el vidrio de modo que la tripulación debió tomar medidas urgentes para salvaguardar su integridad ya que la fuga de presión implicaba que el aire respirable se acabaría en un lapso breve de tiempo.
El capitán Fried7z rápidamente cambió el destino de la travesía y se dirigió hacia la galaxia elíptica Wander donde se podía encontrar un pequeño planeta desolado que hacia las veces de depósito de chatarra, para conseguir el repuesto con que reparar la rotura de la nave. La pieza faltante era un círculo de hierro hundido en el medio, muy parecido a los antiguos discos de arado usados en abandonado planeta, y que serviría, además de para tapar el hueco de la fuga, para otros menesteres mucho más interesantes.
Mientras viajaban de un punto a otro, sucedieron varios hechos imprevistos que demoraron proseguir el viaje. En el pequeño planeta perdido subieron de incógnito y en medio de la noche -detalle intrascendente ya que en el espacio es siempre de noche- un par de alienígenas antropomorfos, acompañados de dos seres cuadrúpedos de textura más bien capilar. Estos seres extraterrestres acostumbraban encerrarse en una pequeña recámara de la nave durante cortos períodos de tiempo pero con una periodicidad que llamaba la atención.
Además de esto, sucedieron varios imprevistos durante la travesía. El subcomandante F3rne7 perdió un dedo de su pie, mientras que la oficial L0r3 se intoxicó al ingerir por error una muestra de materia verde alienígena, por lo que casi pierde la vida y se la vio deambulando por los corredores con sus facciones desfiguradas.
La nave comenzó de golpe a encontrarse supepoblada, entre tripulantes, familias, hijos, amigos de los grandes y los chicos, alienígenas y seres de especie inclasificable.
La estructura de la unidad interestelar comenzó a sentir un sobrepeso que la hacía perder altura aún cuando la gravedad del área era prácticamente inexistente.
Y así fue como se vieron obligados a tomar medidas de emergencia pues entre la despresurización y el sobrepeso una tragedia se podía avecinar.
Mientras la escribiente de la expedición registraba todos estos hechos en su bitácora de viaje, todos al unísono inflaron sus dispositivos de flotación y se acostaron sobre ellos a esperar que se juegue la carta que les deparara el destino.
De repente un zumbido aterrador hizo que todo recinto de la nave se iluminara en un rojo intenso, a la vez que se producía una aceleración máxima a causa de la succión de un enorme agujero negro, y girando en espiral, como si cayera por un desagüe, la nave fue absorbida por el agujero de gusano desapareciendo de la dimensión conocida.
Continuará...
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