De ese largo sueño que es la vida he tenido muchos "microsueños", a tal punto que casi no puedo distinguir el sueño de la vigilia. He soñado que volaba y he desperté estrellada. He soñado que perdía todos los dientes y he despertado apretando la mandíbula. He soñado que co*ía y desperté pariendo. He tenido dulces sueños y desperté a una pesadilla.
Pero tuve un sueño recurrente. Yo iba caminando en la cuerda floja a muchos metros de altura sobre el suelo. Llevaba en cada mano una bandeja, en una seis copas de cristal, en la otra 6 huevos. Abajo un suave y grueso colchón que salvaría mi vida de caer si perdiera el equilibrio.
Al despertar me di cuenta que estaba caminando por la cuerda floja que llevaba en cada mano la criatura más valiosa de mi vida y para mi sorpresa, ya no tenia ni mamita ni papito ni maridito que me atajaran si por algún motivo trastabillara y cayera. Así desperté un día del continuo sueño que es mi vida.
Aunque a veces, por suerte, vuelvo a quedarme dormida pero ahora sueño cosas lindas.
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