miércoles, 22 de agosto de 2018

Especialista en slalom



A la mañana ya no pongo las noticias, ni siquiera pongo música. Permanezco en silencio con los sonidos del ambiente que se cuelan por los muros. Autos que pasan, obra en construcción, vecino que corta el pasto. Cada uno en su rutina desde temprano. Este frío de agosto, cuando se disipará… El perro duerme hecho un ovillito entre mis piernas y el calefactor. Y yo aprovecho esos minutos de tensa calma antes de empezar con mi trabajo.
Soy una especialista en Slalom, eso es lo que soy. Todos lo somos. Imagino una montaña nevada, muy empinada, repleta de escollos. Piedras, árboles y troncos.
A las 7.30 de la mañana asomo por primera vez mi naríz al frío y enfrento un nuevo día. Y como un esquiador clavo mi bastón con firmeza en la nieve para darme impulso y dejarme llevar por el declive de la montaña.
Cada día me despierto pensando: estoy cansada… Vivimos para comer, trabajamos para pagar cuentas… No es así como deberían ser las cosas.
La pendiente se empieza a hacer aguda cuando abro mi casilla de mails mientras me tomo un café con leche y edulcorante. Pedidos, favores, vencimientos, lo de siempre… “maldito deadline” pienso, mientras contesto el primer llamado laboral de la mañana.
No tarda en presentarse el primer obstáculo, con un movimiento brusco y reflejos despiertos lo esquivo sin mayor dificultad.
Otros esquiadores van pasando a mi lado, no estoy sola, somos muchos los que gracias a la cintura bajamos en zigzag esquivando los conflictos del día. Y no son pocos los problemas que se presentan, pero estamos acostumbrados, porque, qué somos? Especialistas en slalom.
Allá abajo, muy lejos por ser esta hora del día, se ven luces. La base de la montaña. Ahí donde me espera el calor de mi refugio. Mis afectos, mis olores y sabores… Ahí abajo, parece distante pero la velocidad hace que la distancia se acorte en poco tiempo. Debe ser alguna regla de la física, pienso. Y mientras pienso me distraigo. Es una fracción de segundo.  Oigo la voz de un esquiador que me dice: Cuidado con ese árbol!
Qué ar…?

1 comentario:

  1. Hermoso!
    Aceptemos que el slalom es lo que nos hace sentir vivas, que valemos, que crecemos y que cuando nos soltamos hasta nos divertimos.... Solo un poco de cintura para esquivar los árboles de frente.... (como bien decis)
    Te quiero!!!

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