Uno es uno y su circunstancia…
Todos nacemos libres pero hay pocas personas que gozan y hacen uso de la libertad que les pertenece como derecho natural. De hecho supongo que no hay una persona en el planeta que se pueda considerar 100% libre de hacer lo que quiera cuando quiera.
Porque uno es uno y su circunstancia. Y muchas veces esa circunstancia nos circunscribe en un círculo que nos encierra privándonos parcialmente de nuestra libertad. Muchas veces esa circunstancia es una realidad que uno elige. Por ejemplo, la paternidad, o maternidad, el conjunto familia. Nos acota la frontera de nuestra propia libertad de hacer y deshacer con nuestra vida como individuos, pero es una realidad que uno elige porque sabe que ese sacrificio de libertad viene de la mano de un premio aún mayor que lo que uno deja atrás. Lo mismo puede pasar con el estudio de una carrera, el conjunto profesión, que va tras el sacrificio de momentos de placer a cambio de crecimiento personal y económico dentro de un área laboral. Lo mismo que deja atrás un atleta cuando entrena con un objetivo elevado, entonces comienza a privarse de comidas, vida social, descanso y ocio, en pos de alcanzar su objetivo dentro del conjunto deportivo.
La libertad de elegir si uno quiere resignar o no, la tenemos todos. Pero muchas veces elegimos lo que consideramos mejor para nuestro conjunto, aun perdiendo la posibilidad de hacer lo que queremos como persona.
Por suerte tenemos la sabiduría de arrimarnos a personas con circunstancias parecidas a las nuestras y eso nos enriquece un montón. Y también nos cruzamos con gente en situaciones diferentes que a veces no logra llegar a comprendernos, pero que de alguna forma también asimilamos e incorporamos como un matiz diferente que suma diversidad en nuestro conjunto universal.
En unir los círculos de factores en común supongo que está la clave para la convivencia.
Unir círculos, no cerrarlos.
miércoles, 21 de junio de 2017
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