Los chicos van creciendo y en ese tema de la crianza nos presentan encrucijadas. Tomas de decisiones sobre nuevas cuestiones y costumbres. Elecciones de un camino nuevo, a veces meter el freno, otras dar un volantazo. En el mejor de los casos, detenerse en el cruce y pensar pausadamente qué camino es conveniente tomar.
A veces parece que todos los viajeros van hacia un lado y por alguna razón mi brújula interna me dice que el camino es hacia el otro. O tal vez vamos todos hacia el mismo rumbo pero a distinta velocidad, mientras los demás prefieren la máxima yo elijo ir de paseo, observando y disfrutando el paisaje que me rodea, porque el destino para todos llegará.
La metáfora del camino es para ilustrar la niñez de mis hijos. Hoy siento la necesidad de conservarla conmigo ya que todavía es niñez, y no apurarme en ese camino por llegar a la adolescencia y luego a la adultez. Si total todo eso llegará. Aunque ellos crean que se quedan fuera de algo, no serán los primeros ni los últimos en llegar.
Hoy todavía caminamos de la mano aunque ya no me tengo que agachar (tanto) para mirarlos a los ojos. Tal vez estemos cerca de soltar, pero aun no. Los demás que digan lo que quieran, la decisión es personal.
Tenemos el mapa. El mapa que nos dieron nuestros padres para llegar hasta acá. Y tan mal no nos fue. Así que seguimos adelante. como dice la canción… Despacito ;)
Creo que en algún lugar de ese mapa hay un texto que dice que aunque algún día sueltes, nunca vas a dejar de acompañar...
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